DIARIO DE UNA CONFINADA. DÍA 5: ¿CUÁNDO TERMINA LA CUARENTENA?
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DÍA 5: ¿CUÁNDO TERMINA LA CUARENTENA?
¿No dicen los psicólogos que todas tenemos un niña interior? Pues la mía es esa que en los viajes largos siempre pregunta nada más encender el motor, con voz chirriante: “¿cuánto quedaaaaa?”. Y claro, no hay respuesta. He de reconocer que me llevo muy bien con la incertidumbre, soy autónoma, ¿cómo, si no es amándola, sobreviviría? Eso sí, siempre y cuando que sea yo la que decide convivir con ella. Vamos, que por muy hippie que parezca soy un pelín controladora. No tanto como mi padre, que lleva siempre encima una libreta donde apunta hasta lo que le ha costado el periódico en el kiosko. Aunque entre tú y yo, creo que en realidad lo que anota son los nombres de la gente que va odiando a lo largo del día. La vena hater sí que la he heredado de él.
Pues eso, que este año nos quedamos, como mínimo, sin Semana Santa. Una amiga iba a venir a verme desde Pamplona e íbamos a furgonetear sin mayor plan que el que nos apeteciese en el momento. Pensábamos escalar, ir a la playa, subir montes... En vez de eso voy a estar en mi pequeño piso dándote la chapa con mi diario. Pero no me importa porque todos estamos igual. Quien escribió el refrán de “mal de muchos, consuelo de tontos” no llegó a vivir la época de los postureos en redes sociales. Si no, estoy segura de que la hubiese modificado y hubiera resumido su profundo pensamiento en un: “joderos todos tanto como yo”.
Ya se está empezando a hablar de los trastornos psicológicos que va a acarrear este aislamiento. Si pienso en mi situación, la verdad es que no me puedo quejar absolutamente de nada. Tengo internet, proyectos que desarrollar, Netflix y papel higiénico. Pero estos días he pensado mucho en las madres y padres que están en casa rodeados de pequeños gremlins salvajes. Mi hermano mayor y mi cuñada, por ejemplo, tienen siete hijos. Sí, SIETE. Son los sobridemonios más divertidos del mundo pero aguantarlos 24 horas sin descanso, debe ser similar a un festival de música, sin música y lleno de Minions. Si eres creyente, reza por ellos; hace días que no hablan por whatsapp y temo que haya habido un golpe de estado y que la nueva autoridad sea algún sobridemonio salvaje.
A veces creo que la Pachamama ha querido aleccionarnos y para ello, se ha quitado el cinturón y, entre azote y azote, nos ha sermoneado: “¡Dejad de tener hijos y cuidad más a los animales!” Ahora todo el mundo mira con deseo a mi Gordo, incluso temo que el yonqui que preguntaba el otro día a gritos si nos habíamos curado, intente quitármelo para que dejen de multarle por beber cerveza en el banco.
Pero sin duda, lo que peor llevo es pensar en la de películas cutres que van a sacar de este maldito virus.
Ya veréis, cuando esto acabe, va a ser sólo el comienzo.