PAÍS BASSARI

La cuna de las tribus

El Pais Bassari es un mundo que yo jamás había visto. Allí están algunos de los poblados más antiguos de Senegal, y también más pobres. Existen tribus que viven en las montañas como los Bedik y no cuentan con electricidad aunque sí con montones de niños. Te piden velas y medicamentos porque allí arriba, una gripe puede ser mortal para cualquiera. Otra etnia son los Iwol que duermen en casas de paja y barro, comen gallinas y ríen porque no necesitan de razones para hacerlo.

Llegar hasta allí requiere de horas de paciencia y baches en un todoterreno, calores incómodos y cansancio. Pero merece la pena, porque luego quizás te pase como a mí, que volví a mi rutina, comencé a ser consciente de que hay infinitas realidades en el mundo, y agradecí que a la mía no le faltase comida.

Recuerdo que después de ir a uno de estos poblados, ya en el hotel, mi madre se me echó a llorar y me preguntó desconsolada: "Pero hija, ¿por qué yo puedo estar aquí y ellos no?".

El silencio fue el único que se atrevió a responder a una de las tantas injusticias que respiran en el mundo.

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Remys Door

Mi nombre oficial es María de los Remedios Puerta, así que tuve reinventarlo para que la gente que sólo conoce mis fotografías no pensase que era una abuelita de un pueblo de La Mancha. Así que ahora, soy Remys Door, encantada de saber que, de alguna manera, ya hemos cruzado un saludo. Nací en el norte de España, vi poco al sol, pasé frío y soñé mucho.

Estudié la carrera de Publicidad y RR.PP. me licencié y, como la crisis estaba en su máximo apogeo, decidí emprender y crear con uno de mis hermanos un cementerio virtual. Gran idea, ¿verdad? Para los muertos digo. Para nosotros, no tanta. Mientras escribía en un blog sobre lápidas, cementerios y cipreses, la fotografía llegó en un saco de los Reyes Magos gritando mi nombre. En aquella época, mi hermano mayor jugaba a cabalgar sobre sus billetes verdes -no el que estaba diseñando tumbas, ése era bastante pobre- y aquellas Navidades se vino arriba y me regaló una réflex. Recuerdo que aquel frío día de enero me eché a la calle nada más amanecer y comencé a hacerle fotos hasta a las hormigas que se amontonaban en frente de mi calle. Evidentemente, todas salieron desenfocadas, quemadas o demasiado oscuras. Pero... ¡Qué sensación aquella!

Aquel regalo marcó un antes y un después. Mi cámara se convirtió en una extensión de mi cuerpo. Incluso cuando no la llevo, sigo disparando. Así fue como a día de hoy, en vez de decirle a la gente que diseño tumbas virtuales, contesto que soy fotógrafa. Y más vale.

En este arduo camino que supone emprender he aprendido mucho y cuanta más experiencia acumulo, más necesidad tengo de compartir lo que sé. A través de mi cámara he descubierto quién soy. Creo que la fotografía tiene un poder terapéutico increíble: todas disparamos hacia fuera, mientras miramos hacia adentro.

Actualmente, además de sesiones de fotos, imparto cursos online relacionados con la fotografía, realizo mentorías creativas online, y escribo posts para distintas marcas. Todos mis servicios quieren cumplir el cometido de ayudarte en la comunicación de tu marca y a que en definitiva, te conozcas más a ti misma. Si te has quedado con ganas de saber más pregúntame lo que quieras. Te informaré encantada de lo que necesites. Y ya que estás aquí, ¡te deseo una feliz vida!